Entre el cielo y el infierno. Amiga de Dios y del diablo. Tan cerca que me quema, tan lejos que me hiela. Chicha y limonada. Todo al mismo tiempo.
Alegría. Tristeza.
Mentira. Verdad.
No sé qué hacer. No sé qué decir. No sé si sentir alivio, o un miedo terrible.
Hoy he subido y he caído en espacios ínfimos de tiempo. He sonreído y he llorado, sin intermedios. He temido, he soñado. Me he revuelto sola en mil pensamientos.
Me duele la cabeza.
Me emocioné con José Feliciano en el festival. Ahora escribo en el computador, sin tener ni la más mínima idea de adónde voy a llegar con todo esto.
Y estoy en el Espacio, ahí dónde los astronautas flotan sin rumbo, y dónde un mínimo descontrol puede arrojarlos sin piedad a la inmensidad del Universo. Ahí mismo, dónde no tengo ni cuerpo, ni destino.
Me acurruco en la almohada, y tengo ganas de llorar. Miro entonces mis pies, empapados de suelo y verano. Me levanto, voy al baño, la cabeza me retumba, y decido emprender una búsqueda-literaria-sin-sentido en el computador.
Me intoxica no saber dónde estoy. Papeles al viento, voy a explotar.
Tanto pasado, tanto. Tanto recuerdo innombrable, tantos sueños que no quiero despertar.
No quiero soñar una vez más esos sueños gastados, que por fin estaban-como-olvidados.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar que el amor me abruma, que la sinceridad del "te amo" es algo que nunca se olvida después de que se dice por primera vez, cuando uno castiga su orgullo para aceptar que necesita de un otro, de Ese Otro que ya no se va.
Cuando ya no hay vuelta atrás. Cuando en una mirada se hace el mundo, y todo lo cursi que puede caber en él. Cuando ya todo está demás, y es al mismo tiempo tan necesario, tan preciso.
Con la garganta en la mano, y sola en mi habitación, soy testigo de amores que a mi lado van nombrando las frases antes impensadas, que van construyendo en su camino una comunión hermosa, perfecta...
Y yo aquí, pensando que el amor me abruma, me aterra, que me invita y me desvela, que me mata y me sostiene en el cielo, que me llena de flores y amaneceres, y canciones y necesidad.
"Entre el cielo y el infierno, moriré de frente para ver tus ojos"...
Mientras me matan las palabras que creí escuchar, hago cruces en el cielo para esperar, invento historias que no existen, y dejo de dormir... Sólo mientras espero a que me muera del todo, entre el destino de un reencuentro, y la incertidumbre de saber que nunca será como yo lo soñé...
Y eso es esto. Un poco de palabras que no tienen nombre, escritas a un futuro que no tiene fecha, para un amor que no sé si existirá, o sólo lo invento yo con este tonto delirio de madrugada...
Cuando el adiós es más fuerte, cuando el otoño a nuestros pies es el reflejo de un pasado que no volverá. Cuando el adiós, y mi recuerdo de tí.
When it´s over.
"Juro que no vuelvo a hablar del tema, porque aunque no quiera todo terminó.
Cada quien mañana pegará la vuelta, hacia su destino sin decir adiós.
Juro que no vuelves a escuchar mi voz,
no importa que estalle todo en mi interior,
aunque yo no entienda ya esta situación
esta historia acaba porque nunca comenzó...
Te doy la espalda, empiezo a andar,
pero no dejo de pensar,
prendo un recuerdo para evaporar tu amor
y más se inflama el corazón..."
(F. Delgadillo)
Wednesday, February 22, 2006
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