Saturday, September 30, 2006

Fragilidad



Tu boca es comedia de equivocaciones

al más puro estilo de las deudas que nos tenemos
aún cuando sigamos teniéndolas por siglos.

Y mientras unos se besan con hombres que no aman,
otros aman locos esos labios que no existen,
porque están rotos,
tristes
o simplemente porque se hizo tarde.

Y la canción muere lenta con sus acordes
mientras sigo esperando un tanto que me mires
Mientras los unos y los otros se deshacen en excusas
para hablar de algo

y yo me muero de rabia de tener que hablar contigo
en vez de ponerme a soñar, amor

que las palabras no existen al besarnos

Porque ya no cabe tanto sueño en mis pulmones
no cabe tanto delirio en mis palabras
al borde de las lágrimas

Porque me canso de esperar que llegues,
me canso de esperar que te vayas
una vez más
para volver a soñarte aquí, con mi tiempo y mis canciones
que se te van acurrucando más suaves

tendidas en tu silencio
colgadas de tu boca
añosa y suave

que una vez más no llega
que se esconde
que me arde

que me brota como delirio en poesía rota
cuando van arropándose los años que siguen pasando
con tu ausencia por mi nombre

que con cadenas se ata al tuyo
y me cansa de existir

"Todo es frágil, tu costumbre de amarme, mi fe,
el silencio, la vida que duerme en un wagón de tren,
tu contrato fugaz, la memoria, este hilo de voz,
las quimeras que surcan estrechos y este corazón
que persigue tu rastro en la alfombra de la habitación

No es tan frágil el trueno del fusil,
el temor a perderme tus dulces mañanas, tanto dolor,
la memoria del banco, el aroma de aceite en el mar,
las fronteras de acero para hombres, humo para el capitán
que regula espejismos y ordena tu necesidad

Yo soy frágil como un cristal,
si falta usted a esta cita, mi amor,
si el canto se llena de olvido, si el recuerdo se va
y ya no ríe conmigo

Quizás no seamos héroes, pero aún seguimos vivos"

(I. Serrano)

Ayudantía de evolutiva

Jóvenes y Hermosos

La lluvia suspendida en los neones araña mis pulmones
y el barniz rojo metalizado del coche que te ve salir del metro de Callao,
envuelta en una nube de cenizas y Tresor,
cansada como el humo de mi boca,
como el día en que dijiste adiós.

Rubia, ¿qué haces aquí? esto está lejos de tu barrio.

Y el dulce bisturí de la memoria,
el viejo tacto de tu mejilla, me cortó.
Tómate algo conmigo antes de que ardan las aceras,
de que la primavera acabe.
Y cuéntame que hiciste en este tiempo,
dime que estás bien.
Entremos aquí mismo
¿te casaste? No me digas...
Jefe, un par de cañas.
Confiesa que me buscaste entre los escombros,
en las ruinas del alma.

Dime que aún recuerdas el asiento de atrás del coche,
los mirones del parque,
césped en mis pantalones
y la certeza de sentir.

Mirabas siempre al sur, joven y hermosa.
Decías que tras la autopista me esperabas para huir.
Mirábamos al sur, no fui tan lejos
por no encontrar al otro lado las certezas que perdí.
Y esta claridad.

Yo sigo con mi lucha y mis canciones
y para morir joven ya soy viejo
-nunca fue mi afán-
que la vida iba en serio.
Ya te avisó un poeta, y como a mi,
hiciste bien, tampoco lo escuchaste.
Por eso te seguí hasta el precipicio,
y acaricié las luces de tu estambre.
Me dejaste la guerra, y los manojos de ortigas.
Te fuiste con mi aliento, con mis discos de Sabina
y la llave del porvenir.

La herrumbre de los años te respeta.
Otra cerveza. ¿Cómo que te vas?
Con las prisa de siempre, rubia, sigues igual!
Bueno, tienes razón, algo hemos cambiado.
Nos agotó el reloj.
Tú te cambiaste de tinte, yo cada día miento peor.
Te acompaño hasta el metro.
No, mujer, que no es molestia,
y si te faltan refuerzos: mi teléfono en tu agenda
y la certeza de sentir.

Mirabas siempre al sur, joven y hermosa.
Decías que tras la autopista me esperabas para huir.
Mirábamos al sur, no fui tan lejos
por no encontrar al otro lado las certezas que perdí.
Y esta claridad.
Y esta claridad...

El Vals de los Jubilados

Se levanta muy temprano con todo el día por delante.
Y da vueltas por la casa, estorbando en todas partes.
Se anuda al fin la corbata, en tiempos tan elegante.
Lo mismito que un pincel el viejo se echa a la calle.

Con el pan debajo el brazo visita todos los bares.
Tomás, ponnos unos tintos que invito a las amistades.
A voces arregla el mundo y a voces, aunque se pase,
pontifica de los toros, de la liga y del cante.

"Si las cosas, ya le digo, soplaran con otros aires,
y aquella maldita guerra como acabó no acabase,
ni aquí estaría yo ahora, ni usted. Y lo más probable
es que la tortilla misma la vuelta tendría que darse".

Y suspira con nostalgia de aquel que todo lo sabe.
Y una mirada a esa niña, que la edad no mata el hambre.
Hoy es día veintiocho y la pensión viene tarde.
"A los viejos, ya le digo, lo bailao no nos quita nadie".

Con un vinito en el cuerpo el viejo a su casa se abre.
Ella lo espera en la puerta. "Menudo cuerpo me traes".
Comen los dos en silencio. De vez en cuando una frase
rompe las cuatro paredes. "¿Decías algo?¿Me hablaste?".

Son tantos años de oírse que no saben escucharse.
"¿Sabes algo de los chicos?" "El mayor llamó ayer tarde".
Pasan el tiempo en silencio. Después de comer no salen.
Luego cenan y ven tele un ratito y a acostarse.

Si las cosas, es verdad, soplaran con otros aires.
Si la sombra del olvido con el tiempo no arrastrase
recuerdos que en este otoño dejan huérfano el paisaje,
otro gallo cantaría, quizá no sería tan tarde.

Y suspira con nostalgia de aquel que todo lo sabe.
Y una mirada a esa niña, que la edad no mata el hambre.
Hoy es día veintiocho y la pensión viene tarde
A los viejos, ya le digo, lo bailao no nos quita nadie



Wednesday, September 27, 2006

Antes del amanecer... o del atardecer

Sin finales que deban ser dichos. Sin grandes encuentros, sin grandes persecuciones ni romances al más puro estilo gringo.
Sin dramáticas idas al aeropuerto, sin llantos, sin te amos forzados por la desesperación sensacionalista de perder a un otro.

Sólo dos personajes que se pasean absortos, por las calles de Paris. Y conversan.
Sólo momentos, en dos partes.

No hay finales. No hay principios. Sólo verdades, y monotonías.


Sin finales que deban ser dichos. Sólo miradas que deben ser escuchadas, antes de que sea demasiado tarde. Quizás eso es el amor, eso es de lo que tantas otras películas tratan de hablar. Por lo menos, eso es para mí.
Un par de encuentros que se quedan para siempre, y cuyo recuerdo destruye cualquier voluntad de volver a creer... Por que los pasos dados, a veces están más lejos de los pasos que nos quedan por dar.
Y luego todo se vuelve una absurda comedia tragi-cómica, sin principio ni final, protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy...
Una francesa cualquiera, un loso escritor, y una historia de amor.

Dime, ¿eres tú o soy yo?
Quizás no sea ninguno, o quizás seamos los dos.

- À bientôt, chéri.
Peut-être nous nous souviendrons un jour.
Un jour, peut-être.

"Did I say that I love you?
Did I say that I want to leave it all behind?
"

Sunday, September 24, 2006

Libro de amor


Voy a escribir un libro. Hoy. Que hable de un hombre y una mujer, y un espacio y un tiempo. Y un pasado, y un presente y un futuro.

Voy a escribir un libro de amor. Que hable de un hombre y una mujer, y un encuentro y un sueño. Y un pasado, y un presente y un futuro, de a dos.

Voy a escribir un libro. Hoy. Que hable de amor, de eternidades innombrables, de que el amor existe, de los finales felices. De los unos para los otros, de los destinos, de las fuerzas de la naturaleza, de las conexiones. De las flores, de la primavera, del sexo y las borracheras universitarias. Del amor y las máquinas de latas. Voy a hablar de la Kenita y Bambam... ¡perdón! De Bambam y la ex de Vicuña. ¿O no? ¡Kenita y Casmiroaga! ¡¿No?! Vicuña y Pampita... Voy a hablar de mi mamá y mi papá. ¡Perdón! De mi mamá y el "chico", y de mi papá y Fulanita, ¿o era Menganita?

Voy a escribir un libro de amor. Hoy.
Mientras espero que firmes el contrato para darte un beso con lápiz bic.

Wednesday, September 06, 2006

And so it is



And so it is,
just like you said it would be,
life goes easy on me
most of the time.

And so it is,
shorter story,
nos love no glory,
no hero in her sky...

I can't take my eyes off you,
I can't take my eyes off you,
I can't take my eyes off you,
I can't take my eyes.

And so it is,
just like you said it should be,
we'll both forget the breeze
mos of the time.

And so it it,
the colder water,
the blower's daughter,
the pupil in denial

I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes...

Did I say that I love you?
Did I say that I want to leave it all behind?

I can't take my mind off you
I can't take my mind off you...
I can't take my mind off you
I can't take my mind off you
I can't take my mind off you
I can't take my mind...My mind...my mind...

'Til I find somebody new

Demian Rice

Monday, September 04, 2006

Ay! La vida y sus cosas!


No sé nada de la vida.
Sólo sé que a veces se jacta de ser la suma de pequeños espacios de tiempo, envueltos en una emoción fluorescente y extraña.

Sólo sé que se rie, muchas veces, de mi.

Yo no sé nada de la vida
y quizás es por eso mismo que tantas veces me canso de ella, de sus absurdos recovecos de letargo y monotonía...
Quizás es por eso mismo que me desilusiona,
que me agobia y mata uno a uno los años que voy cumpliendo.

Pero luego viene,
y me sorprende una vez más con esas cosas que sólo ella puede comprender,
esas formas de sincronicidad que una vez al año
nos transportan al mismo lugar que pensábamos olvidado.

No sé nada de la vida
y es por eso que quizás ella es la que acostumbra a saberlo todo...
Es una relación injusta,
ella me domina,
me maltrata,
hace lo que quiere conmigo...
Y luego viene con flores a rogarme que la perdone
y le de una segunda oportunidad.

¿Y cómo resistirme a sus encantos?
En el metro, con calor,
cuando un anciano me sonríe porque sí.
En la plaza, con cansancio,
cuando un niño se me muestra jugando al escondite.
En la calle, con hambre,
cuando volvimos a encontrarnos...

En la oreja, con guitarra,
cuando aquel día nos vimos enamorarnos...

No sé nada de la vida,
y ella tampoco de la mía.
Pero juega,
y su juego me apetece...

Y me sabe a coincidencia,
a vaivén solitario
que nunca fue tan solitario
cuando la nota de tu ausencia me fue a buscar,
a la salida del metro...

Y no nos vimos alejarnos tanto como ayer...