Sunday, April 20, 2008

Ser re cuerdo, o sobre la cordura de tener miedo


¡No quiero que me recuerdes!
No quiero ser mujer retrato,
ni la foto de un pasado en la pared
No quiero ser un ticket en tu lista de cosas por hacer,
ni un estado carcelario de estar con alguien
sin saber exactamente el nombre ni el porqué

No quiero ver tus ojos ausentes al mirarte
ni quiero ser la insoportable que una vez al mes te pide tiempo
No quiero que me recuerdes como un nombre en la lista de caminos
deshechos por el tiempo,
ni como el libreto de la mejor historia del mundo
que no alcanzamos a escribir...

No quiero ser recordada como la mejor excusa para mirarte al espejo
ni como la absurda mujer que se cansó del cuerpo que acorralaban tus palabras
No quiero ser exactamente la mujer que buscabas
ni quiero dejar de serlo un sólo segundo
porque no quiero dejar de ser tu sueño partido en dos
entre la mujer excusa y la mujer verdad

No quiero ser el alma libre que no alcanzas a perder
porque se le olvidó que eras tú a quien buscaba,
y no el loco de la esquina con el que hace un par de años soñó
¡Y no quiero que esto escrito
tenga un mínimo de cordura en sus palabras!

¡Sí, tengo miedo!
Tengo miedo de que no seas tú
y yo siga intentando ver tu entrelíneas
Y tengo miedo de que sí seas tú,
y seguir inventando tus espacios vacíos
sólo porque tengo miedo

Tengo albergados demasiados recuerdos
como para tener que pedirte
que no quiero ser un recuerdo

que se te quede bajo el brazo,
como se me quedó a mi la última canción que escribí para él...


"La recuerdo sin azúcar, y sin crema y sin excusas,
la recuerdo en la mañana, despertándose en mi cama,
la recuerdo en la pereza de una rutina que empieza,
la recuerdo preocupada por lo que hoy no vale nada...

La recuerdo en sus dilemas, entre cuentas y poemas,
en el ruido de la calle, perdida siempre en los detalles,
la recuerdo sin vergüenza...
¡la recuerdo en un segundo en que llegó a lo más profundo!

Y dejó en mi corazón la marca de su amor,
en sólo un segundo
¡Cómo fuimos a parar del cielo a este lugar
en sólo un segundo!

No recuerdo bien su cara, ni su voz ni su mirada,

no recuerdo sus historias, ni sus penas ni sus glorias,
creo que a veces me la encuentro caminando entre mis sueños
me recuerda un sentimiento del que ya no somos dueños...
(Bacilos)

Friday, April 04, 2008

A veces no es tan bueno soñar


No es tan bueno soñar cuando una mujer está de pie en la estación llorando desconsolada y mirando al guardia de seguridad que viene aproximándose para decirle que si deja pasar otro metro tendrá que pedirle que se retire.

No es tan bueno soñar cuando hace frío y duele el hambre del ayuno, en la mañana frente al hotel que te vio pasar una noche con alcohol y sin un destino muy aparente.

No es tan bueno soñar cuando te llega el después de tu sueño, y esa tristeza contagia a todos quienes alrededor tuyo alguna vez también pensaron que soñar era gratis.

No es tan bueno soñar cuando hay que seguir con el día a día a fuerza de sobrevivir en el tiempo y obnubilar los delirios de huida a cambio de una pizca de presente y cosas que hacer.

No es tan bueno soñar cuando viene de la mano con el pretérito imperdonable del "haber soñado", que te relega a no seguir soñando porque no sabes qué más queda por soñar.

A veces no es tan bueno soñar, cuando la mujer sigue llorando en el andén y tiene que secar sus lágrimas para entrar en el wagón del metro y no dejar que la sigan llamando delincuente.

Porque, ¿qué queda después del sueño además de una rutina demasiado certera como para llamarla libertad? ¿qué queda además de un sueño cumplido en las afueras de la conciencia que te abre al mundo de la pérdida y de lo que ya fuiste, sin darte cuenta de que "eso" que llamaste sueño ya no volverá, en el después-de-los-sueños-por-cumplir?