Los resquicios de quinceañera afloran en una noche como la del Sábado, en que los encantos de un trovador en el escenario cantándole a la vida envuelven toda la atmósfera de velas y risas y ojos brillantes... Sí, tengo que admitirlo, parecía una niñita cualquiera anoche escuchando a Alexis Venegas cantar en La Rosa las canciones que usualmente acompañan mi micro...
Es que ya me aburrí de los desencantamientos explosivos, de los amores pasados que lo único que saben hacer es daño, crear miedos exacerbados y sentimientos de duda e inseguridad. Anoche fue la explosión de la fantasía, del nerviosismo de "lo saludo o no lo saludo", y me avergüenza un poco decirlo, pero es así... Aunque creo que, como me dijo la Chika ayer, está bien, está bien volver a ser una adolescente cualquiera, vulnerable y trémula, detenida un instante delante del destino y la música empalagosa que nos devuelve la fortuna de la fantasía y la sonrisa nerviosa.
Una gaseosa, un ataque de risa, la pizza, un baño público. Alexis y demases. Un sueño que nunca fue sueño sino sólo "el sueño de una noche de verano"...
Y es que cierto día, cierta noche, todo se desvanece en nebulosa, todo se confunde a la luz de las velas, y nos volvemos a encontrar con el absurdo de no saber quienes somos, ni porqué estamos donde estamos, porque todo parece tan accidental, y todo se reduce al sincrónico mundo de la mente volátil y pasajera...
Soy pasajera de este mundo, y vivo en él como quien vive en un instante sólo porque un algo desconcido lo llevó hasta ahí, hasta el lugar preciso, hasta el momento indicado.
Y es que después de tanto tiempo de desgastarme en sueños resquebrajados, y sonrisas acumuladas, hoy decido jugar, jugar a que juego, jugar a que no soy nadie, jugar a ser una niña que juega con los pliegues del destino a inventar historietas divertidas para contar en unos meses más, cuando todo esté nuevamente establecido, cuando los días nublados no sean excepcionales sino el estado constante del transeúnte que camina a la Universidad...
Lo quiera o no, Alexis Venegas, Magdalena Matthei, y la canción guitarreada, me trajeron de vuelta a la insensatez de ser consciente de que juego a explorar el instante, a desvivirme en el tiempo presente, a jugar juegos enmarañados de sin razón...
¿Serán las vacaciones? ¿O mi espíritu de viajera andante que viaja en el espacio de una noche, en el tiempo de un segundo?
Sólo sé que es cómodo, y divertido, y quizás es el camino más fácil... Pero bueno, después de llevar años tomando siempre el camino más difícil (mis amigos lo saben), es bueno que las cosas empiecen a ser sólo lo que son, que los caminos recorridos se agoten a sí mismos, y que las noches de música y emoción a la luz de las velas adquieran ese carácter de permanenecia... Porque se quedan escritas en algún lugar del recuerdo, porque no desaparecen, y porque en ellas me vuelvo a reconocer...
Sunday, December 04, 2005
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4 comments:
la vida no...en un segundo las cosas parecen no salir aunque movamos la luna y al perrito q duerme en la vereda intentando q lo hagan...y en el otro estamos sentadas escuchando como nos quieren hablar de pájaros, del amor y de la luz...¿como no va a estar todo conectado????????, ¿com oes posible que se piense que lo que es es y lo que existe existe, y nada más???...yo opino que nos atrevamos y que pensemos que quizas hay cosas que nos mueven a todos y que no podemos controlar (si, hay que decirlo, aunque no lo crean muchos, somos seres humanos, no dioses sabelotodo)
eso pues amiga...salud por esa noche , por la bebida, por la comida, por las risas, por el llanto nostálgico y añorante de la infancia (el mío obvio jaja), por la compañía en el llanto (la tuya, obvio), y salud por que ese día no llevaste cepillo de dientes y podemos seguir buscando en lo desconocido y en el intentar, aquellas noches que sólo suceden una vez.
chiqui-lina
En un post que hiciste en otro Blog (++Sintoniza de nuevo tu corazón brillante++) mencionaste "La extraña pareja" de Ismael Serrano. Pienso que cualquier persona que le encuentre un sentido a las letras del señor Serrano es poseedor/a de una sensibilidad especial, y de un modo de pensar... no sé cómo describirlo, pero siento que parecido al mío, o al menos compatible.
Por el post, veo que eres de Santiago. Así que ya tenemos otra cosa en común.
Te visitaré, Gazú... espero que me visites tú. Saludos!! Paula
"Antes de rendirnos, fuimos eternos"
("Recuerdo", Ismael Serrano)
¿dónde quedarán aquellas noches, a veces mágicas, a veces llenas de luz, que se nos regalan, por obra de quién sabe qué divinidad antojadiza???...
ahora es el absurdo anterior, cruzado con el instante. interesante mezcla, algo explosiva, sí, tal vez demasiado luminosa y capaz de dejarnos ciegos. ciegos por un instante.
¿algo de miedo a volver a los paraísos perdidos? ¿a la nostalgia? tal vez, y quizá todos lo tengamos un poco...tal vez sea el miedo a asombrarnos, a maravillarnos y a quedarnos pasmados por la belleza de lo que aparece por primera vez ante nuestros ojos y ante nuestra alma.
delicioso el problema del instante, no me interesa resolverlo ni mucho menos, al contrario, ojalá siga siendo, básicamente, MISTERIO. misterio gozoso (hay un poema de Hahn que lleva ese título). pero ahora que sea el gran poeta anguita, el que mucho antes, o tal vez sincrónicamente, se planteó el instante de manera poética: tal vez, el único camino por donde el instante tiene pase libre...
"Niño, niño mío, nómbrame sin pestañar,
en un segundo,
las dinastías reinantes -siglos, siglos-,
los monarcas desgajados.
Abuelo, abuelo, nómbrame siglos sin pestañar,
en un instante,
antes que el ruiseñor concluya la nota de su silbo (...)
Niño y anciano, en este instante tenéis la misma edad:
sólo un instante:
¿no habéis empezado?, ¿habéis terminado?
(...)
como sentirse llamados a vivir sólo un instante
y servir para mucho, mucho tiempo..."
Eduardo Anguita, "Venus en el pudridero" (fragmentos)
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