Diciembre una vez más

Lluvia quemarropa, rumores del fuego,
luna de mi copa, lámpara del ciego...
(F. Delgadillo)

Es bien necesario que nos detengamos un segundo: hay mundos por re-conocer! Mundos palpitantes de vida, pequeños suspiros de aire tibio, extractos de verde pasto, imponentes árboles en medio de la carretera.
Como el tibio rayo de sol que se inmiscuye por las pestañas lagañosas de domingo,
como el silencio que aparece de pronto entre dos personas que mienten demasiado,
como una flor que se alberga entre la vereda roñosa a la entrada de mi casa,
como los pies sucios que nos devuelven un fragmento de infancia cuando corremos por la casa sin zapatos,
como el increíble chocopanda que aparece en la micro cuando vas camino a ninguna parte,
como las noches de insomnio en que no sabes cómo mierda quedarte dormido porque hace demasiado calor!
Como una buena sandía de sobremesa, la excusa perfecta para estar horas quitando cada una de las pepas...

Los boletos en la mano, la mochila, el insoportable calor, la chalitas que destruyen mis pies, la sonrisa que no puedo evitar. El libro, el dixman, el tren. La sonrisa, la navidad, Alhué. Las lágrimas del año nuevo, la emoción del Viejito Pascuero y sus campanitas.
El preciso espacio en que no estás...
El extraño mundo de Nunca Jamás
Aquello que acabó incluso antes de empezar
El momento perfecto para soñar

Diciembre viene llegando... Ismael Serrano y Juan Luis Guerra lo llenan de flores. Un libro para acompañar.
Diciembre viene llegando:
¿Porqué tendría que terminar?