La trova es un virus purulento, que agota toda poesía del mundo, y al mismo tiempo le da vida con cada acorde de canción. Se mete por la rejilla del cuerpo, se acumula en el esófago, en la tele y en el Transantiago, y después se vomita en la gran reserva de agua que alimenta todas las cañerías de todos los baños de todas las casas en que habitan todos los inocentes de Santiago de Chile. Y entonces todo es poesía. Hasta el talco Fittig para los pies, y mi amor platónico de los 15. Hasta mi papá roncando, los pájaros cantando, y la hora del pico que me tiene escribiendo y bostezando cada quince segundos. Hasta la casa fome y las vacaciones pegajosas que tocaron este 2007 con puras micros nuevas que no caben en la calle. Hasta el paracaídas que colgaba de mi espalda el otro día en sesión. Y hasta la mierda que dijo mi psicoanalista de que mi madre y mi infancia y que en el fondo yo era él y él es mi padre pero yo no sabía y no sé qué más.
Todo todo es poesía con la trova. Incluso tú.
Sunday, March 18, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment