Hoy día me fui a la U en micro. Pero no me fui sola, me fui con mi compañero de viaje, de nombre Li y apellido Bro; Li para los amigos.
Y mientras bajábamos por la Alameda, le pregunté si alguna vez su hermana, Tania Yánez se había interesado por algo, si había decidido por fin entrar a estudiar algo, o seguir algún curso, o leer algún libro. Y bueno, me respondió que Tania Y aún no salía de su soberbia egocéntrica de no estar ni ahí, con nada.
Y por el espejo retrovisor vi tu nombre dibujado, dibujando erres y tes, con una pe al principio y una ce por ahí, entremedio, como de tronco, como de callejón cubierto con cristalinas casacas de color café.
Como de pequeños pedazos de papel putrefactos por el polvo-para-paseos-provincianos.
Como de tantos trenes trayendo al mundo un tropel de tristezas terribles.
Como de rugosos robles rodeados por ramificaciones rústicas, recordándome que sigo viva cuando doy cuerda a mi canción.
Pes, tes, erres, ces. Tania Y, Li Bro.
Y tantos nombres!
Y tanta cosa que inventan por estos tiempos, que no me alcanza el tiempo para entender y recordar!
"Y mientras la ciudad se sigue desarmando a nuestro alrededor
y te arrojas en brazos de mi voz,
siguen pasando horas como trenes, en esta soledad que te promete
rescatarte con armas de canción...
Y ella da cuerda a su reloj,
mientras él se enamora..."
(Oscar Lazo)
Wednesday, March 15, 2006
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2 comments:
Ojalá las horas fueran trenes,
para que su andar galopante
nos recordara más seguido
que somos caminantes del mundo
en un tiempo finito.
¿Cómo esperar al último tren?
Secretamente callo. Sé lo que hay detrás de esto. Sé como tu pecho se sobresalta al ver escrito aquel nombre en alguna calle. Sé cosas que nadie sabe, ni siquiera tú, ni siquiera él. Aun así, permanezco silencioso, cual noche, cual viento, cual ces, pes, y erres.
ter (todo el ratoooooooo) jajaja
soy quien se sienta a tu derecha los jueves por la tarde.
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