Thursday, December 28, 2006

Dándole cuerda a relojes de la infancia


Abrir el cajoncito de los recuerdos, y volver a sentir. Suena fácil, pero no lo es. Suena obvio, pero no lo es. Es una caída a un punto cero, es un recomienzo que debe partir por una reconstrucción desde lo más íntimo, lo más oscuro, lo más propio...

Es volver a sentirse pequeña y vulnerable. Es volver a sentirse ingenua, simple, dócil, pidiendo un abrazo o una oreja.
Lo más sorprendente es que no está bien, no estamos acostumbrados, no es esperable, nos toma a todos por sorpresa! ¿Estás pidiendo que te escuche? ¿Estás pidiendo un abrazo? ¡Pero cómo, si tú eres la que tiene que entender! ¡Eres fuerte, siempre lo has sido, no, por favor, no llores, no por mi!

No, no es fácil. No es fácil pedirte que no te vayas. No es fácil pedirte que sigas siendo mi mamá.
No es fácil pedirte, papá, que me recibas en tu casa esta noche de nuevo.

No es fácil, porque todos volvemos a recordar.
De pronto todos volvemos a remecer aquellas decisiones que en un minutos nos partieron en mil la casa, nos vaciaron de lágrimas, y nos hicieron fuertes de la debilidad que acumulamos por años.
Y nos volvemos a ver frágiles, unos frente a otros, las caras, los ojos que ya no aguantan esas palabras escondidas en mil pestañas húmedas. Ya no basta con entender, ya no basta con aparentar. Todo vuelve a doler.
El punto cero donde el todo brota del silencio inconmensurable de la noche.
Los relojes de la infancia que no paran su tic tac.

Pero entonces te apareces de nuevo en la calle caminando,
con tus soles y tu risa te encuentro
y tú me abrazas sin más llantos ni culpas ni miedos
sólo tú y tus sueños, y tu tiempo y tu debilidad
tu fuerza y tu todo
¡tú, mamá!
te apareces de nuevo
y detienes mi cuenta regresiva con un abrazo arrepentido
para no volver a verme llorar

Monday, December 25, 2006

En el espacio de tu boca

Entre mi boca y tu espacio absoluto,
sólo hay trenes y vuelos con destino al Este
Entre el tiempo y tu nariz
sólo el sueño, el desvelo
y mi obsesión por llamarte hombre
Ahí donde mi centro es un puñado de canción

Entre mis padres, sus cervezas y el Big Bang
en un PC gastado y maloliente
es donde me acabo y vuelvo a comenzar
donde existo, me invento,
y vuelvo a aparentar

Ahí donde tu nombre repica,
donde tus versos y tus soles
en tu tiempo multiforme
me invita a florecer

Ahí donde la noche, el sueño y la rutina
me convienen una cita con tu espejo
que soy yo misma y mi fragilidad

Ahí mismo es donde me busco
ahí donde te encontré

"Después de ti, después de mi, después de amar a no poder,
sentimos frío el escenario
Después de ti, después de mi, al acercarnos otra vez,
entre los dos dolió un espacio...

Eras de roca, yo de papel, y nos fundimos esa vez...

Tus manos corriendo locas sobre mi,
perdimos noción de cielo, tiempo, tierra,
y después valió la pena
nuestra guerra al fin..."
(A. Filio)

Friday, December 01, 2006

No, ya no

"He dedicado mucho tiempo, energía y amor en esa cosa,
en esa cosa que no tiene suficiente valor...
Ojalá que se afixie con su cadena de cristal,
ojalá que ella se tropiece con sus tacones al andar...

Si hay tantos peces en el mar, porqué siempre pezco el que no me deja nada,
o uno al que le cuelgan muchas amarras.
Tal vez ella sea bonita si te gustan las sonrisas huecas,
las impresiones coquetas, las piernas perfectas al caminar.

Obvio que siento un cálido afecto hacia ti, aunque me robes el corazón,
y me lo partas en dos, y te lo comas y devores y digeras ligeramente...
No importa si no sientes lo mismo que yo, ya no,
ya no me gusta si me evitas, no me invitas
y no gritas mi nombre al pensar en el amor...

Si hay tantos peces en el mar, porqué siempre pezco el que no me deja nada,
o uno al que le cuelgan muchas amarras.
Tal vez ella sea bonita si te gutan las sonrisas huecas,
las impresiones coquetas, las piernas perfectas al caminar.

Recuérdame como la de mal genio, recuérdame,
recuérdame como la bruja, la amargada que chillaba
y no coqueteaba cuando se necesitaba"

(Fran Valenzuela)