Si te sobra un poquito
cómetelo enterito
porque aquí, ya no hay huequito!
II
Trágate mis labios para siempre.
Ya no me importa
no tener sombra
cuando respire tu nombre al amanecer
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Papá Freud me quiere fálica
y los retoños reprimidos se me caen por la boca
¿cuánto valdrá su sonrisa vertical?
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Trágame tu nombre por montones
Ya no me importa tragarte amargo
el veneno de tu ropa
Por la mañana
cuando despertemos
dejemos morir el intento de ser ciertos
Es de noche.
Es de noche antes de madrugada
y tú ya ni te acuerdas
de la ropa desgarrada
en el precipicio que acabamos.
En el precipicio que acabábamos de cavar
cuando acabamos
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Dr. Freud tiene razón:
un puro es un objeto fálico
y yo sigo siendo la puta que pide un beso en las esquinas
de tu boca calumniada
cuando en todas las tardes de tu cama
cavamos el precipicio de acabar
acabándonos de vida
1 comment:
wow...
Ese despecho me huele más a "vete de mi vida cara de mono!!!"
(ya te explicaré este lapsus)
A veces es necesario vomitar en un water y, sobre todo, no permitir que el vómito ajeno te llegue.
Muchos besos y tú sabes que tienes razón.
TQM,
E.
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