Soy vecina del calor, del verano, y de los días extraños...
Luego de una noche de Tequila y larga caminata por las calles de Providencia, la mañana se agotó en calores y llamadas indiscretas al celular. Y fui vecina de las micros que pasaban aceleradas, de la gente apurada, de la transpiración, del verano y la sombra al pie de los árboles.
Fui vecina de una historia, de una suave confesión.
Fui vecina de un caballero sentado a mi lado en la micro, que miraba la ventana, y apoyaba su cabeza en las manos cansadas. Fui vecina de un poema recitado por una joven -hermosa mujer- que apenas modulaba las "eses" y las "erres" por un problema a la mandíbula.
Fui vecina de los perros callejeros, de la tristeza de mi mejor amiga, de la soledad compartida.
Fui vecina de unos ojos, al pie del río y del abrazo.
Soy vecina de mis sueños, y mis delirios de tarde, sobre la cama, con los ojos cerrados, y la interrupción de mi madre. Soy vecina de mis ganas de llorar. Soy vecina de mis ganas de viajar.
Soy vecina de un viaje próximo, aproximado por fechas, pasajes, destinos y espera...
Soy vecina de mi casa que esta noche está sola una vez más, porque mi padre duerme como si no estuviera, y yo, bueno yo sigo siendo sólo vecina de mí misma.
Vecina de mis sueños y mi verdad. Vecina de esta historia que me entreteje en pensamientos ajenos, liberados. Vecina de mi punto sin retorno. Vecina porque estoy a un lado: a un lado de la cama, a un lado de la cocina, a un lado de la mesa de comedor, a un lado del auto de mi papá, a un lado del río, a un lado de un bus al sur ("véntana, por favor").
A un lado de tu recuerdo, a un lado de olvidarte.
Fumo mi cigarro con el lado izquierdo de mi boca. Uso un anillo en mi mano derecha. Mi bolso va cruzado, y desde mi hombro izquierdo pasa entre mi pecho, y aterriza al lado derecho de mi cadera.
Me besas la mejilla izquierda. Al lado de mi boca.
Y todo esto es un arranque de locura, al lado de la ventana, mirando el lado iluminado de la Luna. A un lado de mi boca, al otro lado de la tuya.
No existes. Te invento. Y sigo siendo vecina de mis sueños.
Vecina de mi historia, entrecortada.
Asumo. Asumo la verdad de este delirio, sin olvidar que hoy día soy vecina.
Vecina de mí misma, al lado del camino, donde falta algo, donde me gusta estar...
"Me gusta estar al lado del camino,
fumando el humo mientras todo pasa,
me gusta abrir los ojos y estar vivo,
tener que vérmelas con la resaca...
Si alguna vez me cruzas por la calle
regálame tu beso y no te aflijas,
si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo es que pasó una brisa,
la brisa de la muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino,
mas no te asustes siempre se me pasa,
es sólo la emoción de estar vivo..."
(Fito Paez)
Tuesday, January 31, 2006
Sunday, January 29, 2006
Algo sobre el tiempo y nosotros mismos... (2005 v/s 2006?)
Es frágil el hombre y su tiempo
descubierto y desvelado ahí, entre cadenas y miradas que nosotros mismos le inventamos...
Silhuetas que caminan, y el nuevo año ven pasar. Comienzan ante sus ojos los momentos que vendrán, se destierran futuros inesperados que con paciencia cultivamos.
Creímos que el pasado se cerraba un día, un día de fuegos artificiales y abrazos emocionados.
Creímos que el pasado quedaba atrás con sólo querer que así fuera.
Pretendimos negar que aún somos de él, pero al tiempo nos descubrimos inquietos pues siempre seremos de él, de acuerdo con lo sinceros que podamos ser.
Se entretejen en mi memoria mis pasados, y mis sueños. Se entremezclan en mi espacio los silencios que no son, y los que volvemos a crear.
No soy de nadie, ni del cielo ni de la distancia. No soy de nadie sino del tiempo y sus abarrotes. No soy de nadie, sino del tiempo, del pasado y su condición.
Se levanta el día, y la tarde le rehuye. Se levanta el día y la noche anterior aparece moribunda, como queriendo ser asesinada por la luz del sol. Pero somos hombres, y el futuro no existe sino sólo en nuestra voluntad, pues ahí se inventa y se silencia.
El pasado es de nosotros tanto como el presente. Se coagula, se inmiscuye, contamina y purifica estos ojos ajados que quieren olvidar.
Y ahora detengámonos a pensar: ¿será que el tiempo no existe, o somos nosotros -pequeños cobardes- que lo matamos?
descubierto y desvelado ahí, entre cadenas y miradas que nosotros mismos le inventamos...
Silhuetas que caminan, y el nuevo año ven pasar. Comienzan ante sus ojos los momentos que vendrán, se destierran futuros inesperados que con paciencia cultivamos.
Creímos que el pasado se cerraba un día, un día de fuegos artificiales y abrazos emocionados.
Creímos que el pasado quedaba atrás con sólo querer que así fuera.
Pretendimos negar que aún somos de él, pero al tiempo nos descubrimos inquietos pues siempre seremos de él, de acuerdo con lo sinceros que podamos ser.
Se entretejen en mi memoria mis pasados, y mis sueños. Se entremezclan en mi espacio los silencios que no son, y los que volvemos a crear.
No soy de nadie, ni del cielo ni de la distancia. No soy de nadie sino del tiempo y sus abarrotes. No soy de nadie, sino del tiempo, del pasado y su condición.
Se levanta el día, y la tarde le rehuye. Se levanta el día y la noche anterior aparece moribunda, como queriendo ser asesinada por la luz del sol. Pero somos hombres, y el futuro no existe sino sólo en nuestra voluntad, pues ahí se inventa y se silencia.
El pasado es de nosotros tanto como el presente. Se coagula, se inmiscuye, contamina y purifica estos ojos ajados que quieren olvidar.
Y ahora detengámonos a pensar: ¿será que el tiempo no existe, o somos nosotros -pequeños cobardes- que lo matamos?
Monday, January 02, 2006
Noche de año nuevo - medianoche en la nostalgia
Y de pronto nos dieron las 12,
y mágicamente vimos un año entero sumido en el sopor del pasado,
del nostálgico mirar atrás.
La verdadera esencia del olvidar,
cerrando hechizos que ya perdieron su efecto,
culminar duelos que partieron en un marzo cercano,
y verdad...
Y verdad...
La noche celebraba con fuegos artificiales el paso simbólico a una nueva etapa,
le llaman el "año del perro" algunos,
el 2006 otros...
La noche celebraba con abrazos emocionados el recuerdo de un año vulnerado,
de un -ahora- pasado tormentoso, con amores y olvidos,
con despedidas y sueños derramados...
La historia acaba,
de una u otra forma debe terminar.
12 uvas verdes, ácidas, marchitas.
Una cucharada de lentejas (o porotos? Siempre me confundo)
Una champaña alzada,
un abrazo sincero
y con lágrimas en los ojos,
las 12 cumbiancheras con el inicio de un nuevo camino que enfrentar.
Aún somos frágiles, no lo olvidemos,
los resquicios de 2005 aún añican los deseos de futuro,
o un sueño tímido que se alzó al cielo con los ojos cerrados
muy a pesar de mí misma,
a pesar de mi miedo y mi verdad.
"Estoy contigo, amiga,
un abrazo a la distancia, mamá,
no me abraces tanto papá, que voy a llorar,
Tata: no me olvido de aquel año, aún sigues aquí.
Hermanitos míos,
por siempre y para siempre,
desafiemos este año con abrazos, y tomados de la mano,
que al menos ya sabemos que nosotros no nos vamos..."
El futuro nos sorprende,
con un 1º desviado en confesiones, miradas de reojo,
un par de palabras que cierran pasados,
y abren sorpresas...
Vértigo,
miedo? Sí, un poco.
Y tus sueños qué?
Habrá que seguir esperando que el terreno se ablande para recibir a esta pequeña niña que no quiere crecer...
Mientras tanto,
intentemos no recordar demasiado,
y no olvidar lo que debe ser olvidado,
para así empezar a construir...
Busquemos una cinta para atar el tiempo,
que ya empezó el nuevo año,
y con él sus verdades que debemos descubrir.
Y bueno, infaltable,
a todos los que están en mi 2005 grabados, y a cada uno en particular,
GRACIAS
y mágicamente vimos un año entero sumido en el sopor del pasado,
del nostálgico mirar atrás.
La verdadera esencia del olvidar,
cerrando hechizos que ya perdieron su efecto,
culminar duelos que partieron en un marzo cercano,
y verdad...
Y verdad...
La noche celebraba con fuegos artificiales el paso simbólico a una nueva etapa,
le llaman el "año del perro" algunos,
el 2006 otros...
La noche celebraba con abrazos emocionados el recuerdo de un año vulnerado,
de un -ahora- pasado tormentoso, con amores y olvidos,
con despedidas y sueños derramados...
La historia acaba,
de una u otra forma debe terminar.
12 uvas verdes, ácidas, marchitas.
Una cucharada de lentejas (o porotos? Siempre me confundo)
Una champaña alzada,
un abrazo sincero
y con lágrimas en los ojos,
las 12 cumbiancheras con el inicio de un nuevo camino que enfrentar.
Aún somos frágiles, no lo olvidemos,
los resquicios de 2005 aún añican los deseos de futuro,
o un sueño tímido que se alzó al cielo con los ojos cerrados
muy a pesar de mí misma,
a pesar de mi miedo y mi verdad.
"Estoy contigo, amiga,
un abrazo a la distancia, mamá,
no me abraces tanto papá, que voy a llorar,
Tata: no me olvido de aquel año, aún sigues aquí.
Hermanitos míos,
por siempre y para siempre,
desafiemos este año con abrazos, y tomados de la mano,
que al menos ya sabemos que nosotros no nos vamos..."
El futuro nos sorprende,
con un 1º desviado en confesiones, miradas de reojo,
un par de palabras que cierran pasados,
y abren sorpresas...
Vértigo,
miedo? Sí, un poco.
Y tus sueños qué?
Habrá que seguir esperando que el terreno se ablande para recibir a esta pequeña niña que no quiere crecer...
Mientras tanto,
intentemos no recordar demasiado,
y no olvidar lo que debe ser olvidado,
para así empezar a construir...
Busquemos una cinta para atar el tiempo,
que ya empezó el nuevo año,
y con él sus verdades que debemos descubrir.
Y bueno, infaltable,
a todos los que están en mi 2005 grabados, y a cada uno en particular,
GRACIAS
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