Monday, July 28, 2008

Hors saison


Los viajes siempre nos cambian,
unos más que otros,
como los amores...

Yo he tenido muchos viajes en mi vida,
de eso no me puedo quejar,
y amores, algunos...

El punto es que el viaje es una búsqueda,
de no sé qué, no sé dónde, ni cómo...
Y el amor también.

Una búsqueda hasta que la búsqueda se detiene.
Por hambre, sueño, o falta de bencina.
Por desilusiones acumuladas, adultez, o necesidad de compromiso.
O simplemente por amor.

No soy la mujer perfecta. Eso ya lo sabemos.
Siempre en búsqueda, sin encontrar.
Siempre en duda, sin dejar de temer, o mirar,
situando el encuentro lo más lejos posible
sólo por miedo a perderse el camino del entremedio.

Siempre huyendo, insomne. En libertad.
Siempre con más preguntas que respuestas.
Siempre un poco en contra de la corriente.
Pero sólo un poco, no sea que el resto se de cuenta.
Siempre en la justa medida del absurdo.
Perdida en las palabras.
Ausente de continuidad.

En búsqueda. Siempre en búsqueda.
Como en el último viaje que hice.
Pretendiendo encontrar(me) en ellos un destino
a cambio incluso de un poco de libertad.

Siempre volviendo al mismo punto del origen.
Encontrando mil delirios en el camino,
pero no hallando razones para volver a casa.

Pero no, no se puede viajar toda la vida.
No se puede ir de tanto en tanto buscando un lugar dónde pasar la noche.
Y eso es algo que supimos desde el principio.
Ese amor de puerto está sólo reservado para los poetas y marineros,
que son más valientes que uno.
O están más solos.
O menos locos.

O no encontraron lo que he encontrado yo.

En cada viaje. En cada sueño cumplido
y en cada sueño aún por cumplir.
En cada vez que me miraste.
En cada vez que te miré.

Tus defectos y los míos
dan al infinito si nos ponemos a sumar.
Tus sentimientos y los míos
dan al primer avión que emprenda vuelo en Arturo Merino Benítez,
si te pones a pensar.
Que es lo que pasa cuando dos son más que dos
y menos que uno, a la vez.
Y eso es sólo matemática simple
de esa de la que nunca nos atrevemos a hablar.

¿Y si tu viaje chocase con el mío
y nos encontrásemos en el último bar del pueblo más remoto del mundo
a tomar una cerveza
y hablar?

Pero ojo: no es una propuesta,
no es que me quiera enamorar... ¡Menos ahora!
Que sería como enamorarse al revés.

Tan loco como si estas manos en vez de despedirse
se volvieran a tocar.

En contra de todo y todos,
olvidando a presión aquello que nos faltó decir.
"This is the way you left me, I'm not pretending,
no hope, no love, no glory, no happy ending.
This is the way that we love,
like it's forever,
then live the rest of our life, but not together..."
(Mika)

1 comment:

Niko said...

me encantó verte en santiago...
me gustó lo que escribiste aquí...
saludos
nicole