¡No quiero que me recuerdes!
No quiero ser mujer retrato,
ni la foto de un pasado en la pared
No quiero ser un ticket en tu lista de cosas por hacer,
ni un estado carcelario de estar con alguien
sin saber exactamente el nombre ni el porqué
No quiero ver tus ojos ausentes al mirarte
ni quiero ser la insoportable que una vez al mes te pide tiempo
No quiero que me recuerdes como un nombre en la lista de caminos
deshechos por el tiempo,
ni como el libreto de la mejor historia del mundo
que no alcanzamos a escribir...
No quiero ser recordada como la mejor excusa para mirarte al espejo
ni como la absurda mujer que se cansó del cuerpo que acorralaban tus palabras
No quiero ser exactamente la mujer que buscabas
ni quiero dejar de serlo un sólo segundo
porque no quiero dejar de ser tu sueño partido en dos
entre la mujer excusa y la mujer verdad
No quiero ser el alma libre que no alcanzas a perder
porque se le olvidó que eras tú a quien buscaba,
y no el loco de la esquina con el que hace un par de años soñó
¡Y no quiero que esto escrito
tenga un mínimo de cordura en sus palabras!
¡Sí, tengo miedo!
Tengo miedo de que no seas tú
y yo siga intentando ver tu entrelíneas
Y tengo miedo de que sí seas tú,
y seguir inventando tus espacios vacíos
sólo porque tengo miedo
sólo porque tengo miedo
Tengo albergados demasiados recuerdos
como para tener que pedirte
que no quiero ser un recuerdo
que se te quede bajo el brazo,
como se me quedó a mi la última canción que escribí para él...
"La recuerdo sin azúcar, y sin crema y sin excusas,
la recuerdo en la mañana, despertándose en mi cama,
la recuerdo en la pereza de una rutina que empieza,
la recuerdo preocupada por lo que hoy no vale nada...
La recuerdo en sus dilemas, entre cuentas y poemas,
en el ruido de la calle, perdida siempre en los detalles,
la recuerdo sin vergüenza...
¡la recuerdo en un segundo en que llegó a lo más profundo!
Y dejó en mi corazón la marca de su amor,
en sólo un segundo
¡Cómo fuimos a parar del cielo a este lugar
en sólo un segundo!
No recuerdo bien su cara, ni su voz ni su mirada,
no recuerdo sus historias, ni sus penas ni sus glorias,
creo que a veces me la encuentro caminando entre mis sueños
me recuerda un sentimiento del que ya no somos dueños...
(Bacilos)